miércoles, 11 de febrero de 2009

Convivencia Entre Los Adolesccentes

Convivencia entre los adolescentes (en la escuela)

(Escuela)
La escuela, como institución educativa, es una formación social en dos sentidos: está formada a partir de la sociedad y a la vez expresa a la sociedad. Lo que se habla en cada escuela, es el lenguaje particular de la sociedad Siendo conscientes de esta realidad adversa, que se impone a los adolescentes, especialmente a aquellos con más limitaciones que posibilidades, con más carencias que logros, es fundamental que el tiempo que transcurren en la escuela durante su niñez y adolescencia, sea considerado por ellos, como un tiempo y un espacio valorizado, un tiempo de crecimiento y de creatividad. Para que el aprendizaje sea posible, los intercambios entre todos los actores de la institución (alumnos, docentes y padres que comparten la actividad en la escuela y que conforman esa red de vínculos interpersonales que denominamos CONVIVENCIA deben construirse cotidianamente, mantenerse y renovarse cada día, según determinados valores. Sólo cuando en una institución escolar se privilegian la comunicación, el respeto mutuo, el diálogo, la participación, recién entonces se genera el clima adecuado para posibilitar el aprendizaje.
¿Cómo se aprende a convivir?
Para aprender a convivir deben cumplirse determinadas procesos, que por ser constitutivos de toda convivencia democrática, su ausencia dificulta (y obstruye) su construcción; Interactuar (intercambiar acciones con otro /s)),
interrelacionarse; (establecer vínculos que implican reciprocidad)
dialogar (fundamentalmente ESCUCHAR, también hablar con otro /s)
participar (actuar con otro /s)
comprometerse (asumir responsablemente las acciones con otro /s)
compartir propuestas.
discutir (intercambiar ideas y opiniones diferentes con otro /s)
disentir (aceptar que mis ideas – o las del otro /s pueden ser diferentes)
acordar ( encontrar los aspectos comunes, implica pérdida y ganancia)
reflexionar (volver sobre lo actuado, lo sucedido. “Producir Pensamiento” – conceptualizar sobre las acciones e ideas.)



Espacios de convivencia
El primer espacio de vida pública de los niños, adolescentes y jóvenes.
es el espacio de la escuela donde se desarrollan las actividades fundamentales; constituye la unidad de pertenencia y referencia de los alumnos
El espacio para construir las relaciones sociales.
En este lugar se habla, se escucha, se dialoga, se discute, se reflexiona, se enseña, se aprende, se juega, se permanece en silencio, se participa, se está aburrido, se razona, se memoriza, se repite, etc., etc., etc. En el aula se vive la realidad de la escuela. La construcción y conocimiento de la escuela como totalidad se construye a partir de las experiencias vividas en ese ámbito.
Desde el inicio de su escolaridad, el niño aprende distintas actividades que se realizan cotidianamente y regulan las interrelaciones con sus pares y adultos: algunas son espontáneas, otras están permitidas, otras deben ser autorizadas, en tanto otras, están prohibidas. Esto se manifiesta en las distintas formas de comunicación, los saludos, los silencios, los permisos para desplazarse por el aula o por la escuela, las autorizaciones para el uso de objetos comunes, etc. Estas acciones “pautadas” regulan la interrelación cotidiana, son elementos constitutivos de la convivencia. Es fundamental que los alumnos conozcan la razón de ser de estos actos, comprendan su sentido para que la convivencia pueda construirse como contenido significativo, considerando que lo que se hace (acciones) prevalece sobre lo que se dice (palabras).
El ámbito en el que se convive, se habla y se aprende sobre convivencia.
La convivencia se va construyendo día a día. Podremos decir que la convivencia es más o menos armónica, más o menos placentera, con todos esos más y/o menos, los actores institucionales siempre están en relación unos con otros: con pares y con no-pares.
La función socializadora se manifiesta en las interrelaciones cotidianas, en las actividades habituales; también se hacen explícitas en los charlas espontáneas o en discusiones y diálogos planificados para reflexionar sobre esas interrelaciones, para reconocer los acuerdos, las diferencias, las formas de alcanzar el consenso, de aceptar el disenso. Sólo de esta manera se aprende a convivir mejor.
El lugar para trasmitir, ejercitar, incorporar formas de convivencia ligadas a la práctica de la vida democrática.
Una escuela que intenta responder a su cometido de ser formadora de ciudadanas y ciudadanos, comprometidos crítica y activamente con su época y mundo; permite el aprendizaje y la práctica de valores democráticos. Estos se traducen en las acciones habituales que transcurren en el aula, en la actitud comprensiva y educadora de los adultos, responsables de la formación de las jóvenes generaciones, por eso:El desafío de la escuela es convertirse en propulsora de procesos de democratización y participación, sólo será posible si el aula es la unidad operativa donde aya convivencia donde además de las acciones propias se gestionan las acciones institucionales.

OPINION:yo creo que la convivencia es muy importante en la adolescencia tanto como la amistad por que te sientes mas integrado y te sientes perteneciente a un grupo de personas.
por:Castañeda Hurtado Brenda

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